Hacía algún tiempo que no tenía casos así y en unas semanas me han llegado tres muy parecidos por lo que me he decidido a informar un poco sobre este tema. Estas coincidencias son muy habituales en consulta, hay temporadas en que todos los casos son muy similares y otros en que no ves alguna alteración durante meses.
A bastantes mujeres les ocurre que ya durante el embarazo su sexualidad se ve trastornada o perciben cambios que hasta entonces nunca habían percibido. Una causa muy común de estos trastornos es el hecho de que la sexualidad femenina tiene algunas características muy distintas al hombre, en las distintas fases que componen la Respuesta Sexual, así la mujer tiene un deseo con un componente mucho más psíquico, mientras en el hombre solo existe el deseo finalista y este lo moverá casi toda su vida, en la mujer importa mucho la Motivación (R. Basson 2005), y esta motivación una vez embarazada puede variar, sobre todo si tras un largo período de tiempo el gran motivo de las relaciones era buscar ese embarazo.
Algunas perciben frecuentes cambios de humor productos de los cambios hormonales que motivan o desmotivan sin saber muy bien a qué atenerse en cada momento.
Las dudas o miedos a posibles “daños” al feto o mucho de los mitos que por ahí circulan también contribuyen a hacer que la preocupación interfiera en su deseo de mantener relaciones.
Muchos hombres también tienen estos temores y pierden el deseo frente al temor de poder hacer daño o algo que “fastidie” el embarazo.
Se comenta con frecuencia cambios en los que la mujer dice sentir rechazo al compañero, rechazos a su olor sobre todo.
Lo cierto es que mientras todos estos cambios del embarazo suceden el deseo puede sufrir un menoscabo importante.
También en la respuesta sexual de la mujer existe algo que ya describieron Master y Johnson, durante la fase de excitación es muy fácil que pueda perder esa excitación de golpe, ellos lo llamaron bloqueos. Esto no sucede tan frecuentemente ni tan bruscamente en el caso del hombre. Lo que sucede es un corte brusco de la excitación ante cualquier detalle, a veces sin importancia otras más llamativos. Así los cambios de posturas, que tan fáciles vemos en las películas, pueden conseguir que ella pierda la excitación si no se sabe plantear de forma erótica y hacerlo con un vientre hinchado lo pone muy difícil.
Estos bloqueos, que se disparan con tanta facilidad, tienen un enorme inconveniente tras el parto pues además de las posibles molestias físicas del mismo aparece una situación muy nueva para la mujer y es que su atención está más en el bebé que en las relaciones, y no es un problema de concentración, como muchas personas tratan de justificarlo, sino que realmente el organismo se centra más en la supervivencia del hijo/a que en los propios placeres.
En ocasiones el dolor puede estar provocado por los mecanismos del parto, los desgarros o las episiotomías pueden provocar molestias dolorosas, así sabemos que hasta el tercer mes tras el parto un 80% de mujeres tendrán molestias por estos motivos, pero al año, incluso hacia el 8º mes no debería quedar ninguna, por lo que si considera que lleva demasiado tiempo molesta acuda a su ginecólogo.
Esta es la mejor opción ante cualquier dolor durante el embarazo o tras el parto, acudir primero al ginecólogo/a y si tras las pertinentes exploraciones no se encuentra motivo alguno físico, acuda al sexólogo.
Ni que decir tiene que el dolor puede aparecer también aunque no haya embarazo ni partos anteriores, en estos casos hablaríamos de dispareunias o dolor durante el coito, este trastorno puede entre otras muchas causas grandes motivos psicológicos o psicosociales. Puede leer este otro artículo
Si tiene dudas sobre su caso o ha acudido a su médico pero este no le termina de resolver su situación puede consultarme a través de Contacto en esta misma web o mediante mi consulta online