Ya hace unos años que comenzaron a aparecer algunos casos de jóvenes y adultos varones sin, o con muy poco, deseo sexual y hoy van en aumento.
La queja habitual es de que no desean mantener relaciones sexuales a pesar de que casi todos dicen tener ganas de que ocurra, pero perciben que no les apetece “igual que antes”, otros comentan como habían mantenido una buena temporada de relaciones con su pareja pero últimamente no les apetecía, otros han abandonado la practica sexual durante bastante tiempo o definitivamente (más de un caso) por temor a no poder, ya que sentían que “algo” no les funcionaba.
Curiosamente ante la pregunta de si mantienen prácticas de masturbación, la mayoría dice que si y completamente “normales”, aunque es cierto que algunos también comentan que incluso durante la masturbación tampoco están como antes.
Como Médico y Sexólogo y experto en Psicosomática procuro investigar en cada caso factores orgánicos que los puedan mantener en ese estado, también factores psíquicos y los olvidados factores socioambientales.
Salvo pocos casos de causa orgánica, sobre todo en adultos muy estresados o con alguna patología hormonal, la mayoría de ellos traen algunos problemas psicológicos o emocionales, entre ellos estados depresivos, ansiedades importantes como casos de ansiedad generalizada y otros con la ansiedad de ejecución ante la relación sexual, tan conocida en Sexología, pero muy exacerbada por un gran temor a no poder cumplir con su idea de lo que “debería” ser.
Una importante mayoría de los casos traen lo que llamamos Sociopatías, es decir trastornos a nivel personal causados por lo que la sociedad nos va inculcando o exigiendo en cada momento de nuestras vidas.
Si deseas leer más sobre disfunciones sexuales, sus causas, sus tratamientos, etc. puedes ver en mi blog el apartado Disfunciones sexuales.
Te puede interesar el estupendo artículo de mi amigo y compañero Fernando Villadangos (Psicógo y Sexólogo) «Cómo recuperar el deseo sexual»
Todos una vez que se deciden a acudir a consulta Sexológica tienen una buena respuesta a los tratamientos, pero muchos tardan tanto en acudir que cuando llegan son casos muy complicados por otras muchas circunstancias, algunos desarrollan pérdidas de la erección o dificultades para mantenerla, otros eyaculaciones precoces y con frecuencia retardadas, etc. y que requieren de estudios analíticos, pues los estados emocionales alteran a los sistemas orgánicos y hay que descartarlos para poder tratarlos correctamente, hay que trabajar con frecuencia los estados emocionales que traen y algunas personalidades y desde luego se plantea un importante cambio de hábitos de vida poco sanos o incluso contrarios a la normal función de la sexualidad.
