- De todos y todas debería ser conocido el hecho de que la excitación femenina y masculina son distintas en un detalle.
- Son muchas las posibilidades de que la excitación desaparezca durante la relación sexual que me han descrito las mujeres en múltiples ocasiones en la consulta.
De todos y todas debería ser conocido el hecho de que la excitación femenina y masculina son distintas en algunos aspectos, pero vamos a hablar de uno concreto, los bloqueos o «cortes» durante la excitación femenina
Durante la excitación, el hombre, “va lanzado” tras el deseo de eyacular (deseo finalista se llama) y se le hace bastante difícil perder ese nivel de excitación. Cuando el joven o el adulto percibe que se le dan las circunstancias oportunas para poder eyacular no va a parar hasta conseguirlo. Por ejemplo, ese pequeño recalentón que algunos perciben besando a la pareja, como sea un poco largo en tiempo e intensidad va a conseguir que, aunque tenga que atravesar la ciudad para llegar a una cama o sitio dónde conseguir la relación, mantenga el estado de excitación durante todo el tiempo que sea.
Cuidado, la pérdida de esta excitación también ocurre en hombres con alguna disfunción sexual o algún trastorno emocional, también cuando se mantienen relaciones «porque toca» a cualquier edad. Ejemplo de ello muy frecuente es, ese estar atentos a su nivel de erección que hace que en más de una ocasión acabe perdiéndola o no consiguiendo que aparezca.
En la mujer en cambio se da que con cierta frecuencia y facilidad sí pierde el estado de excitación durante el tiempo que dura esta, para que esto ocurra no es necesaria grandes o graves situaciones, sino que en su lugar ocurre ante pequeñas circunstancias unas veces y graves otras, así:
- Los cambios de posturas durante el coito, en las películas se ven muy fáciles, pero no lo son tanto en la práctica y se ha de dar cierto nivel de experiencia erótica para conseguir algunas
- Las practicas bruscas si no son deseadas por ella. Se ha puesto de moda, por el porno, el tirarle de los pelos de la cabeza mientras son penetradas por detrás, estos tirones suelen ser dolorosos y en ocasiones humillantes
- Las conductas no deseadas o impuestas por la pareja, de nuevo el porno ha puesto de moda determinadas prácticas que en la fantasía femenina no suelen aparecer, así la penetración anal, deseadas por muy pocas y molestas o dolorosas para muchas; las felaciones de larga duración o impuestas por ellos; igual ocurre con las penetraciones que muchos se empeñan en hacer muy largas, un tiempo prudencial puede estar bien, pero demasiado siempre llega a cansarla y como contamos le corta la excitación.
- La aparición de molestias o dolor durante la actividad sexual, así pellizcos fuertes, mordeduras intensas o no deseadas, tocamientos en zonas no deseadas o penetraciones muy bruscas, o sin esperar a que ella esté lubricada, y un largo etc…
- En ocasiones ellas mismas se bloquean sin saberlo pues se despistan del juego erótico, algunas lo comentan como un “me desconcentro”, el juego erótico no necesita de concentración sino de inmersión en lo que se hace, si me estoy divirtiendo y disfrutando me costará más despistarme, pero si ando pensando en cosas no eróticas me despistaré con facilidad. Un ejemplo de esto son muchos pensamientos de miedo a embarazos o enfermedades de transmisión sexual, de aquí otro de los motivos de la necesidad de método anticonceptivo fiable; las inseguridades o autoestimas bajas también facilitan estos “despistes” y por tanto la aparición de esos bloqueos con la consiguiente desaparición brusca de la excitación lograda.
- Ni que decir tiene lo difícil que les resulta mantener la excitación a las mujeres, de cualquier edad, que han sufrido o sufren, abusos, maltrato, violaciones, imposiciones sexuales o cualquier otra circunstancia que le suponga vejación de su persona.
Son muchas las posibilidades de que la excitación desaparezca durante la relación sexual que me han descrito las mujeres en múltiples ocasiones en la consulta.
Y ante esta situación son muy pocas las que se lo comentan a la pareja durante la misma actividad o después de la misma, sería fácil un “espera que he perdido la excitación” para, o interrumpir la relación o darle pie a la pareja para que reinicie el juego.
La cultura que impera en nuestra sociedad la hace sentirse culpable, disfuncional o sencillamente inexperta y solo consigue que ella comience a fingir que se lo está pasando bien cuando en realidad ha perdido la excitación y reniega de su propio placer por lo que deciden continuar para que él se lo pase bien.
La pareja cambiaría notablemente su nivel de satisfacción si ellas aprendieran a decir lo que les ocurre y si él conociera este hecho y lo percibiera, aceptando ambos que es un hecho propio de la fisiología y por tanto poco o nada modificable en ocasiones y con fáciles formas de resolver en muchas otras.
La comunicación en el sexo es fundamental porque es un arte muy personal, cada uno/a vivimos nuestra sexualidad según nuestros conocimientos, sentimientos y habilidades conductuales ante la misma y que solemos vivir en pareja, esta pareja no se ha educado en nuestro ambiente generalmente, tiene unas emociones o afectos distintos y desde luego sus habilidades también van a ser diferentes.