Como sexólogo, que no como aficionado a mensajitos sexuales, recomiendo en muchas ocasiones unos ejercicios en consulta que hoy voy a contaros porque pueden resultar muy gratificante así como facilitadores de un reencuentro en pareja
En terapia lo usamos como inhibidores de la ansiedad en pareja cuando algunos de sus miembros padece una disfunción, pero aquí le vamos a dar un carácter de vivencia sin exigencias de ningún tipo. Vamos a eliminar todo aquello que nos exija una conducta concreta o un objetivo. El sexo sin objetivos es más divertido.
Os cuento, lo primero va a ser prohibirnos cualquier conducta que nos lleve a penetrar, también prohibiremos provocarnos el uno al otro un orgasmo, la intención o el objetivo no es provocar un orgasmo sino disfrutar de la experiencia de acariciar sin objetivos, ¡recuérdalo! Y por último os recomiendo que practiquéis una actitud egoísta, es decir olvidaros de hacer las cosas para el otro, centraros en qué sentís cuando acariciáis u os acarician.
Para ello acondicionaremos la habitación como os apetezca de olores, velas o músicas, pero procurad algo de temperatura confortable, como no nos vamos a meter en una relación normal dónde suelen sobrar las mantas, es fácil que acabemos pasando algo de frío.
Podemos empezar besándonos para encontrarnos pero a partir de un par de besos dejaremos de hacerlo y nos centraremos en SOLO USAR LAS MANOS, no podremos restregarnos, ni besarnos o morder el cuerpo del otro. Solo caricias. Los estímulos directos en los genitales o los pezones también están prohibidos.
Comenzareis los dos desnudos en la cama. Os tendréis que poner de acuerdo en el orden a seguir pues tiene su pequeña importancia, en el ejemplo que pongo a continuación de pareja hetero, él comienza acariciando y ella tumbada. En las parejas homosexuales alternaos en el orden.
1º Ella se situará bocabajo de una manera relajada. Él se situará a un lado de ella, de rodillas o sentado, como le resulte más cómodo. Nunca encima de ella.
En esta posición, él comenzará a acariciarla desde la cabeza hacia abajo, siempre en esa dirección. Lentamente, unos 15 minutos por cada lado puede resultar suficiente. Su trabajo es exclusivamente fantasear y disfrutar de la experiencia de acariciar.
Es conveniente que ella le vaya dirigiendo verbalmente las caricias, diciéndole lo que quiere o le agrada que le haga y lo que no.
2º Al llegar a los pies, ella se pondrá bocarriba y comenzará de nuevo a acariciarla desde la cabeza a los pies. No le puede acariciar ni pezones ni genitales.
3º Al llegar de nuevo a los pies por el frente, ahora le toca el turno a él, se pondrá bocabajo y repetirán todo lo anterior. Primero por la espalda y luego por el frente. A él tampoco le puede acariciar ni pezones ni genitales. Procure estar fantaseando todo el tiempo y no pendiente de su actuación.
Si durante el ejercicio nota que su cabeza se despista o piensa en algo que no es sexo, deténgase o dígale a la otra persona que se detenga, oblíguese a recordar alguna fantasía y entonces continúe acariciando.
El ejercicio durará una hora aproximadamente. Recuerda acariciar, no es un masaje relajante.
Pueden usar alguna loción o aceite para ayudar a las caricias.
Terminada las caricias por ambas partes se dará por concluida la actividad, se que terminareis muy excitados y con ganas de buscar el orgasmo por vuestros métodos habituales, pero mi recomendación es que no lo hagáis, que tratéis de disfrutar solo de esta experiencia.
Ya me contareis.