Me preguntan muchas veces sobre si un problema determinado es competencia de la sexología clínica o de otra especialidad, por esto voy a tratar de aclarar un poco este tema.
Clásicamente los trastornos de la salud de dividieron entre enfermedades orgánicas o enfermedades psicológicas (dicotomía cuerpo-alma, luego cuerpo-psiquis). Este error ha hecho que no pudiésemos tratar de forma completa muchos problemas pues los médicos generalmente no conocían nada de lo psicológico y a la inversa, los psicólogos no podían asumir los problemas orgánicos. De hecho hasta hace muy poco ni unos ni otros tenían estudios en sus carreras que les facilitase este conocimiento. Así ni urólogos ni ginecólogos estudian el Sistema Sexual con toda su complejidad. La sexualidad requiere de toda las facetas de la persona, su personalidad, sus emociones, su organismo (no solo los genitales), le influyen muchísimo la educación recibida, las situaciones vividas en su infancia y juventud, y más si ha habido traumas, etc… todo esto no se estudia desde una especialidad que solo investiga los genitales.
Los especialistas en Sexología clínica estudiamos la otra materia independientemente de dónde habíamos partido, así en mi caso como médico me he ido formando, a lo largo de mis 32 años de profesión, en psicopatología fundamentalmente en temas de ansiedad, depresiones, fobias, obsesiones, etc. También me he formado en Terapia de parejas, pues son bastantes los casos en los que la relación con la pareja ya viene muy deteriorada, a veces como causa de la disfunción y otras como consecuencia de la misma. Lo que me permite estudiar el caso en si desde una mayor perspectiva, y me facilita a su vez el tratamiento completo de todas las disfunciones, tanto en hombres como en mujeres y de las distintas orientaciones sexuales. Así se conforma la especialidad de Medicina Psicosomática que trata de forma global todos los casos.
Para facilitarme esta labor me he incluido en una clínica de Ginecología como es Ginemed clínicas, en la que cuento con magnífico cuadro de profesionales de esta especialidad, analistas, radiólogos, etc. a los que derivo si el caso lo requiere. Y por otro lado también atiendo en el Hospital Nisa Aljarafe.
De alguna forma mi labor como Sexólogo clínico se parece a la del Médico de familia, estudio el caso y si se hace necesario derivo a otros especialistas. Muchas disfunciones no necesitan de tantas pruebas diagnósticas como hacen algunos especialistas, pues en muchas ocasiones solo con un buen interrogatorio clínico (anamnesis) se pueden descartar patologías psíquicas u orgánicas. Un ejemplo de ello sería una pregunta tan sencilla como ¿tiene usted erecciones nocturnas o durante el día sin estímulos sexuales? ya podemos descartar que haya alguna patología orgánica que impida al pene ereccionar. Pues como antes comentaba la causa más frecuente de disfunción eréctil es la ansiedad y esta siempre permite que durante el descanso o con la tranquilidad de un momento a solas si se produzca la erección en cambio siempre lo impide cuando está ante alguna persona.
En muchos casos que veo en mi consulta el paciente ya ha acudido primero a alguna especialidad en la que solo le han descartado que fuese orgánico o psicológico pero para ello le han hecho un buen número de pruebas o sesiones y así han hecho un gasto innecesario y se han sometido a pruebas, caras o molestas para no obtener resultado real de su problema.
De haber acudido primero al Sexólogo «generalista» se habrían ahorrado esas molestias y gastos económicos. Si tras el paso por esta especialidad y generalmente en la primera sesión, se viese necesaria, ya habría luego ocasión de hacer todas esas pruebas, analíticas o estudios psicológicos o psicosociales con las otras especialidades pero ya dirigidas por un profesional a la especialidad que requiera su caso.
Si desea consultar sobre su caso en particular no lo dude y escríbame a través de Contactos en esta misma web o en mi consulta online